PRÁCTICA–MENTE

LIBERTAD, Esa Renga Prostituta

Encapsulado dentro de paradigmas auto creados, el hombre vive automatizado, viviendo en la espera de algo que lo distinga del resto y le otorgue falsa autoestima, gloria “made in otros”, satisfacción de mentira.

Felices dentro de sus tuppers herméticos temen y atacan a todo aquel que huye de la lineal realidad que ellos comparten. Sus almas gritan por la libertad, la verdadera.

La Libertad es una habilidad psicokinética. No un nombre abstracto, no un “estado”, no un movimiento, no una forma de gobernación, no una falsa ilusión de vida de fin de semana.

La libertad es un estado de conciencia, al cual solo se puede llegar ampliando los horizontes. Tanto espirituales como mentales.

¿Es libertad acaso hacer lo que quiero, o seria libertad saber por qué lo quiero?

Los medios dan de comer basura, diariamente. El cerebro, tuyo, mío y de tu familia, alimentado de eso, produce respuestas igualmente mediocres y standars, que ahogan aun más a la civilización. ¿Acaso puedo decir que vivo en “un mundo libre” solo por que un travestido puede salir sin problemas, o una manifestación no es reprimida? Nadie es libre en esta sociedad, excepto aquellos que lograron escapar a la ilusión. Y eso no lo connota el uso de ropas o modas seudo intelectuales.

Aquí y ahora… la humanidad cayó en la más grande trampa contra la libertad, la mentira de que somos libres.

Se permite publicar absolutamente cualquier cosa; una especie de castigo en efecto, prisión sin paredes, sin ecos, sin existencia palpable; un momento donde el dinero y las campañas publicitarias matan los cerebros de las futuras generaciones. Apaciguando con sexo y violencia los aspectos animales de la psiquis sin dejar lugar al pensamiento elevado, donde consignas como “Just do it” llenan el estúpido ego de miles de jóvenes. Quienes de seguro mañana despreciaran la posibilidad de un despertar solo por la comodidad de un gris reino de sombras, publicaciones, mercadeo, e imágenes prefabricadas.

Si no vemos esto, afrontemos que estamos condenados… A nunca experimentar la autonomía, a nunca habitar ni por un momento una tierra legislada por la verdadera libertad, a nunca conocernos, ni nuestro poder.

La razón establece que uno no puede luchar por aquello que no conoce, y el corazón se rebela frente a un universo tan cruel como para imponer tal injusticia a nuestra generación, ya que en ningún momento pasado, ni en la inquisición, hubo tanta opresión sobre el libre pensar. Incluso en un futuro post apocalíptico podemos esperar encontrar una clase de oasis cyberpunk, pero aquí, ahora, el mundo esta teledirigido.

Lemas y símbolos de cartón ahogan los verdaderos conceptos, y vos te reís de eso.

Solo queda para los “despiertos” crear una pequeña biosfera de despertar, una esfera de quiebre, un mundo utópico donde poder refugiarse en secreto. Y eso es crear una nueva realidad sobre la que nos venden.

Una alternativa más que sobrevivir meramente a la espera de que la revolución de otros te decida a tomar partido, una opción personal a los ejércitos de la anorexia o la bulimia mental; un escape al impulso consumista, un efecto desintoxicante.

Una realidad que proporcione una especie de teoría critica que ninguna mera política práctica, ni filosofía sistemática pueden esperar desarrollar.


Roy Khalidbahn